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Moisés

Ramjal

Agra

Dos puntos

120) Rabí Jiya abrió, “El principio de la sabiduría es el temor al Señor, es la buena comprensión de todos los que lo practican; Su alabanza subsiste siempre”. ¿Este verso no debería haber dicho, “El fin de la sabiduría es el temor al Señor”, pues el temor del Señor es Maljut, lo cual es el fin de la sabiduría (Jojmá)? Sin embargo, Maljut es la primera en entrar al grado de Jojmá superior, como está escrito, “Ábranme las puertas de la justicia (Tzedek)”, las puertas de Maljut, que se llama Tzedek. “Esta es la puerta hacia el Señor”. Ciertamente, si él no atraviesa por esta puerta, nunca entrará ante Rey superior, pues Él es sublime, secreto y oculto, y Él hace puertas hacia Sí Mismo, una tras de la otra.

Explicación: Debido a que el temor al Señor es la Sefirá Maljut, que se encuentra al final de las diez Sefirot, no debería haber dicho, “El final de la sabiduría es el temor al Señor”-

Se ha dicho que el Rey superior es sublime, secreto y oculto, y que Él hace puertas hacia Sí Mismo una tras otra. Esto no es una alegoría, sino es una lección en sí misma, pues al ser un Rey sublime, secreto u oculto, el pensamiento no puede percibirlo de ninguna manera. Por lo tanto, Él hizo innumerables puertas una tras de la otra, mediante las cuales hizo posible aproximarse a Él, como está escrito, “Ábranme las puertas de la justicia”. Estas son las puertas que el Creador ha hecho y que han hecho posible que los justos se aproximen a Él mediante estas puertas.

Al final de todas las puertas, Él hizo una puerta con innumerable cerraduras. Esa puerta se llama Maljut de Maljut, el punto final de todas las puertas superiores. Esta última puerta es la primera puerta para Jojmá (sabiduría) superior. Esto es, es posible ser merecedor de Jojmá superior solamente después de alcanzar esta última puerta específicamente, pues el alcance de Jojmá superior es la primera puerta. Es debido a esto es que está escrito, “El principio de la sabiduría es el temor al Señor”, pues “El temor al Señor”, se llama la última puerta, lo cual es el principio de la sabiduría del Señor.

121) “Al final de todas las puertas, Él hizo una puerta con innumerables cerraduras”, innumerables aperturas para muchos palacios, una tras de la otra. Él dijo, “Quien desee entrar a Mi palacio, debe antes franquear estás puerta hacia Mí”. “Quien entre por esa puerta, entrará”. Aquí también la primera puerta para Jojmá superior es el temor del Señor, que es Maljut y esta es la que se llama “primera”.

Debemos entender exhaustivamente el significado de las cerraduras, las aperturas, y palacios. Debes saber que son tres formas que vienen una tras otra en una sola sustancia. Este es un asunto muy profundo y me esforzaré por explicarlo de la mejor manera posible, lo suficiente para entender de alguna forma las palabras del Zohar delante de nosotros. Debemos saber que a pesar de que queda claro que el pensamiento no lo ´puede percibir, de manera alguna, la verdad es que el pensamiento de la creación es deleitar a Sus criaturas y la criatura no percibe placer cuando debe estar separada del Creador. Además, aprendemos que el Creador anhela morar en los inferiores.

El punto en común para entender esos dos asuntos, que se niegan uno al otro, es que el mundo fue creado totalmente opuesto al Creador, de un extremo al otro, en todos sus detalles. Esto es así porque este mundo fue creado con un deseo de recibir, lo cual es la forma opuesta a la forma del Creador, en quien no se encuentra ni el menor indicio de este deseo, como está escrito, “Y el hombre nace como el pollino del asno”.

A este respecto, todos los asuntos del gobierno y de Su providencia en este mundo se encuentran en contraste total al pensamiento de la creación, el cual es sólo deleitar a Sus criaturas, pues es de acuerdo con el deseo de recibir en nosotros lo que es nuestra norma y nuestro gusto.

Este es el significado de las cerraduras de las puertas. PrimeroTodas las múltiples contradicciones a Su unicidad, las cuales probamos en este mundo, aunque al principio nos separan del Creador. Sin embargo, cuando nos esforzamos en cumplir con la Torá y las Mitzvot con amor, con toda nuestra alma y todas nuestras fuerzas, como se nos ha ordenado – para otorgar contento a nuestro Hacedor – todas esas fuerzas de separación no nos afectan, restando algo del amor al Creador con toda nuestra alma y poder. Más bien, en ese estado, toda contradicción que hemos vencido se convierte en una puerta para alcanzar Su sabiduría. Esto es así porque existe una cualidad particular en cada contradicción, revelando un grado especial al alcanzarlo a Él. Y todos aquellos que son dignos de ser merecedores con ello convierten la oscuridad en luz y lo amargo en dulce, pues todos los poderes de separación – de la oscuridad de la mente y la amargura del cuerpo – se han convertido para ellos en puertas para obtener los grados sublimes. Por lo tanto, la oscuridad se vuelve una gran luz y lo amargo se vuelve dulce.

Por lo tanto, en la medida en que ellos previamente tenían todas las conducciones de Su Providencia hacia las fuerzas de separación, ahora estas se han invertido en fuerzas de unificación y juzgan al mundo entero por el lado del mérito. Esto es así porque ahora cada fuerza les sirve a ellos como una puerta de justicia, por la cual ellos llegarán a recibir del Creador todo lo que Él contempló para ellos, deleitarlos con el pensamiento de la creación, como está escrito, “Esta es la puerta hacia el Señor; los justos habrán de atravesar por ella”.

Sin embargo, antes de ser recompensados con transformar el deseo de recibir en nosotros a través de la Torá y las Mitzvot en recepción con el fin de otorgar, existen cerraduras sólidas en esas puertas hacia el Creador, pues entonces tienen un papel opuesto: alejarnos del Creador. Es debido a esto que las fuerzas de separación se llaman “cerraduras”, pues ellas bloquean las puertas para aproximarnos y nos ahuyentan del Creador.

Pero si las salvamos para que no nos afecten, enfriando Su amor en nuestros corazones, las cerraduras se convierten en puertas, la oscuridad se vuelve luz y lo amargo se vuelve dulce, Por encima de todas las cerraduras, recibimos un grado especial en Su Providencia y estas se vuelven aperturas, grados de alcance del Creador. Y esos grados que recibimos en las aperturas se convierten en palacios de sabiduría.

Por lo tanto, las cerraduras, las puertas y los palacios son tres formas que vienen sobre nuestra sustancia, el deseo de recibir en nosotros. Antes de que la transformemos en recepción para otorgar a nuestro Hacedor, esa sustancia convierte a la luz en oscuridad y lo dulce en amargo de acuerdo a nuestro gusto, pues todas las conducciones de Su providencia nos apartan de Él. En ese momento, las cerraduras están hechas del deseo de recibir en nosotros y luego de que nosotros nos arrepentimos, se nos recompensa con recibir para otorgar; todas las cerraduras se vuelven puertas, y entonces las puertas se vuelven palacios. Recuerden esto muy bien de aquí en adelante, pues no volveré a repetir las palabras

El dijo, “Cualquiera que quiera venir a Mi lugar, esta puerta será la primera hacia Mi”. El final de las puertas, el último discernimiento entre ellos, el más bajo que existe, puede ser llamado Maljut de Maljut. Y él dice que para ser merecedor de Jojmá superior, esta puerta, la última de ellas, se hizo que fuera la primera puerta al palacio de la sabiduría superior.

En verdad, todas las puertas sirven como puertas y palacios de la sabiduría del Creador, pero es imposible obtener la sabiduría superior a menos que se alcance específicamente esta última puerta, pues es la primera para la sabiduría superior. Es debido a esto que se llama “primera” es decir Bereshit (“En el principio” pero también “Primero”) con lo que da inicio la Torá, pues Bereshit indica el temor al Señor en relación a la última puerta, que es la primera para obtener la sabiduría superior.

122) La letra Bet de Bereshit (en el principio) indica que esos dos se unen juntos en Maljut. Son dos puntos, uno guardado y oculto y uno revelado. Y debido a que no están separados, también se llaman “principio”, es decir, sólo uno y no dos, pues uno que logra tomar uno, toma al otro, también. Todo es uno, pues Él y Su Nombre son uno, como está escrito, “Ellos conocerán que Tu, el Único, Tu Nombre es el Señor”.

Explicación: Esos dos puntos son la dulcificación de Midat ha Din (cualidad del juicio) con Midat ha Rajamim (cualidad de la misericordia) cuando Maljut ascendió y fue dulcificada en Biná, Midat ha Rajamim, como está escrito, “Y ambos caminaron juntos”, Biná y Maljut. Se deduce que el Masaj que fue establecido en Maljut consiste de ambas, por ende, existen allí dos puntos, unidos como uno. Uno está guardado y oculto y el otro está revelado, pues el Din en el punto de Maljut está guardado y oculto y sólo las Rajamim del punto de Biná están reveladas. De no haber sido así, el mundo o habría podido existir, como hemos aprendido, “Primero, el mundo fue creado con Midat ha Din; Él vio que el mundo no podía persistir y lo asoció con Midat ha Rajamim.

Y debido a que no están separadas, se llaman solamente “primero” y no “dos”, pues uno que toma uno, toma al otro también. Esto es, a pesar de que Midat ha Din está oculto, eso no significa que el Zivug no se lleva a cabo en ella, pues esos dos puntos de hecho se han convertido en uno, y el punto de Maljut recibe este Zivug con el punto de Biná, también, aunque en secreto y no abiertamente. Esto es lo que el nombre Reshit – en singular – indica, que ellas son una.

“Es todo uno, pues Él y Su nombre son uno”. “Él” alude a Biná, y “Su nombre”, alude a Maljut. En “Él y Su nombre son uno”, ambas deben ser uno porque cuando son uno, Maljut también recibe el Zivug superior junto con Biná, mediante lo cual Midat ha Din es finalmente dulcificado al final de la corrección. Y en ese día, “El Señor será uno y Su nombre Uno”.

Debido a este Midat ha Din, incluido en la letra Bet de Bereshit, ella se llama “primero” para Jojmá, pues su corrección será al final de la corrección. En ese momento, Jojmá superior aparecerá como está escrito, “La tierra estará llena del conocimiento del Señor”, pues la última puerta es la primera puerta hacia Jojmá. Y está escrito, “Ellos conocerán que Tu, el Único, Tu Nombre es el Señor”, pues entonces el conocimiento será revelado a través de toda la tierra.

123) “El temor al Creador es el principio de la sabiduría, una buena mente para todos aquellos que lo hacen”. ¿Por qué es que Maljut se llama “Temor al Creador”? Es porque Maljut es el árbol del conocimiento del bien y el mal. Cuando uno es recompensado, eso es bueno. Si no es recompensado, eso es malo. Por lo tanto, existe temor en ese lugar. Ella es la puerta para entrar a todo el bien que está en el mundo. “Una buena mente” son esas dos puertas, los dos puntos que son como uno. Rabí Yosi dijo, “Una buena mente es el árbol de la vida, porque es una buena mente absolutamente sin ningún mal. Y ya que no hay ningún mal en ella, es una buena mente, sin mal”.

La última puerta se llama “El temor al Creador” de lo cual está escrito, “El temor al Creador es el principio de la sabiduría”. Este es el árbol del conocimiento con el cual Adam Harishon pecó, porque en este punto, su castigo es la muerte, y el gran miedo es de no crear ninguna imperfección en él. Al final de la corrección, cuando este punto esté completamente corregido, en completa perfección, el verso, “La muerte será consumida para siempre” se convertirá en una realidad. Este es el motivo por el cual se llama “El temor al Señor”.

Esta es la razón por la cual estaba dicho que hay temor en ese lugar, y que ella es la puerta de todo lo bueno del mundo, ya que la revelación de la Jojmá superior es todo lo bueno en el mundo, que está incluido en el pensamiento de la creación. Y ya que el temor al Señor es la primera puerta a la Jojmá superior, resulta que es la puerta a todo lo bueno en el mundo.

“Una buena mente” son esas dos puertas, los dos puntos que son como uno. Los dos puntos están incluidos en la letra Bet de Bereshit juntas, y cuando él no dice “dos puntos”, sino “dos puertas”, se refiere a después de la corrección de BON, cuando los dos puntos se llaman “dos puertas, porque entonces ambos son buenos sin ningún mal totalmente. Por lo tanto, las palabras, “Una buena mente” son posibles. Pero antes del fin de la corrección ellas se llaman “el árbol del conocimiento del bien y el mal”.

Rabí Yosi dijo, “Una buena mente es el árbol de la vida, porque es una buena mente sin ningún mal”. Rabí Yosi no disputa con Rabí Jiya, ya que Rabí Jiya explica el verso después de la corrección de BON, cuando los dos puntos se han convertido en dos puertas. No hay ningún mal en ellos, ellos son una buena mente sin ningún mal, y Rabí Yosi explica el verso antes del fin de la corrección, cuando se consideran ser el árbol del conocimiento del bien y el mal. Este es el motivo por el cual él dice, “Una buena mente es el árbol de la vida”, ZA en Mojin de Ima, llamado “el árbol de la vida”, el cual es completamente bueno sin ningún mal, incluso antes del fin de la corrección. No obstante, los dos puntos son buenos y malos antes del fin de la corrección por lo cual Maljut es llamada “el libro del conocimiento del árbol del bien y el mal”.

124) “Para todos aquellos que los hacen” son los fieles justos de David, los guardianes de la Torá. Aquellos que guardan la Torá son aparentemente los que la hacen. No hay ningún hacer en aquellos que se ocupan de la Torá cuando están esforzándose en ella. No obstante, hay hacer en aquellos que la guardan y al hacerlo, el verso, “Su alabanza dura por siempre” se convierte en realidad y el trono es apropiadamente mantenido.

Explicación: La puerta del temor del Creador es la última puerta. Es la primera puerta a Jojmá superior. Resulta que todos aquellos que se ocupan de la Torá, que ya han corregido la última puerta y los dos puntos se han convertido en dos puertas para ellos – que son una buena mente sin mal - se considera que no hay ningún hacer en ellos, lo cual es el árbol del conocimiento del bien y el mal. No obstante, hay hacer, que es bueno y malo en aquellos que todavía no han sido recompensados con el fin de la corrección, aquellos que se llaman: “guardianes de la Torá” porque todavía no han corregido el pecado del árbol del conocimiento.

Asimismo, aquellos que cumplen con la Torá son aparentemente quienes la hacen porque todas aquellas fuerzas de separación son invertidas y se convierten en puertas, cada cerradura se vuelve en una puerta, y cada puerta se vuelve en una sala de sabiduría. Por aquellos que guardan la Torá, todos los grados sublimes que están incluidos en el pensamiento de la creación para deleitar a Sus criaturas vienen y son revelados.

Resulta que toda la sabiduría y toda la Torá son reveladas solamente por aquellos que guardan la Torá, aquellos en los que hay acciones, en los que hay el bien y el mal. Esta es la razón por la cual ellos son llamados “guardianes de la Torá” , porque aparece solamente a través de ellos. El verso los llama “Aquellos que los hacen” porque ellos son aparentemente quienes hacen la Torá. Eso es así, porque si no fuera por sus ocultamientos, que se han convertido en puertas por medio de su sobreponerse a ellas, la Torá no hubiera sido revelada.

Es por esto que se dijo, “Parece que aquellos quienes observan la Torá son los que la hacen”. Es decir, ellos son considerados como quienes aparentemente la hacen, revelándola. Se dijo que la Torá aparentemente precedió al mundo. Ciertamente, el Creador la hizo, pero si no fuera por las buenas acciones de aquellos que observan la Torá, ella nunca hubiera sido revelada, por lo tanto ellos son considerados como los hacedores de la Torá.

Por ello, el verso, “Su alabanza dura por siempre” es mantenida, es decir por la fuerza de aquellos que guardan la Torá. Uno encuentra que Su gloria, que es toda la sabiduría y toda la Torá, dura por siempre, incluso después del fin de la corrección, ya que también entonces, ellos necesitarán temor del Creador. Después de la corrección del árbol del conocimiento, ellos no tendrán dónde llevar el temor al Creador excepto el pasado, relacionado a aquellos que observan la Torá. Resulta que ellos establecen la gloria del Creador por siempre y por toda la eternidad. Esta es la razón por la cual se dijo, “El trono es apropiadamente mantenido” porque al hacerlo, el trono del Señor es apropiadamente mantenido por siempre.